A principios de este año, la prensa norteamericana replicó el anuncio oficial del Presidente Barack Obama sobre el propósito de implementar un primer Plan Nacional de Lucha contra el Mal de Alzheimer. Por ejemplo, el Nuevo Herald de Miami se refirió (aquí) a «un borrador difundido recientemente» que establece un plazo de trece años para «desarrollar medios efectivos destinados a prevenir, diagnosticar y tratar este proceso de degeneración neurológica».
Dicho de otro modo, en 2025 debería estar lista la iniciativa que algunos especialistas consideran «poco realista» (además de tardía, en comparación con programas similares lanzados en otros países).
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS por sus siglas en inglés) publicó en febrero pasado un primer documento con los lineamientos generales del plan. Disponible online y abierto a comentarios, este borrador inicial se inspiró en un informe elaborado por el Consejo de Asesoramiento en Servicios de Salud e Investigación sobre Alzheimer (Advisory Council on Alzheimer’s Research, Care, and Services en inglés) que integran alrededor de veinte representantes de agencias y organizaciones nacionales no gubernamentales.
En marzo, la Secretaría de Planificación y Evaluación dependiente del HHS concentró aquí los comentarios registrados hasta entonces, y semanas atrás -el 13 de abril para ser más precisos- publicó aquí una segunda versión del borrador inicial.
La optimización de recursos existentes y la mejora de actividades ya coordinadas, el apoyo a la cooperación entre los sectores público y privado y la transformación de la manera de abordar el Alzheimer son los tres ejes principales de esta presentación que también enumera los siguientes objetivos: prevenir y tratar en forma efectiva la enfermedad; optimizar la calidad y eficiencia del servicio de salud; extender la contención al paciente y a su entorno familiar; incrementar el compromiso del Estado, hacer un seguimiento de los resultados obtenidos y del progreso alcanzado.
Probablemente porque todavía se encuentra en su fase inicial, este borrador es ante todo una síntesis de buenas intenciones. Por lo pronto, cuesta encontrar datos concretos que permitan entender de qué modo se articulará el anunciado plan ni cómo se invertirán los 156 millones de dólares asignados por Obama.
Ilustra este post el video del mencionado anuncio presidencial… «Juntos convertiremos a la enfermedad de Alzheimer en prioridad nacional» sostuvo el Primer Mandatario para luego aventurar que «podremos hacer algo grande; podremos encontrar una cura para que ninguna familia sufra lo que otras debieron pasar».
Este artículo de William Márquez para BBC Mundo nos recuerda la serie de dificultades y reticencias que Obama enfrenta desde hace dos años por intentar devolverle al Estado un rol activo en términos de salud pública. Ojalá la lucha contra el olvido patológico corra mejor suerte, y por lo menos en 2025 (si es antes, mejor) todos -no sólo los norteamericanos- podamos cantar victoria.