Alzheimer en sangre

El lunes antepasado, el sitio de la BBC informó sobre un posible avance hacia la implementación de un método científico efectivo para detectar indicios de Alzheimer en la sangre. El artículo de James Gallagher es casi tan cauteloso como el paper que inspiró el anuncio periodístico, y que salió publicado en la revista Genome Biology. En otras palabras, el cronista se esfuerza por evitar el triunfalismo habitual en primicias sobre presuntos descubrimientos que prometen cantarle victoria definitiva a la enfermedad del olvido.

Quince especialistas de la universidad alemana de Saarland integran el equipo a cargo de la investigación sobre un test cuya particularidad radicaría en la detección precoz de la demencia. Ya en la introducción del documento original, recuerdan que la autopsia es la única práctica que actualmente permite confirmar con total certeza la presencia de Alzheimer. De ahí la imperiosa necesidad de encontrar herramientas de diagnóstico «confiables, tempranas y no-invasivas».

Quizás para conjurar las limitaciones de una lucha emprendida a base de evaluaciones cognitivas y por imágenes, el periodista británico no puede dejar de consignar con indisimulable entusiasmo que el análisis de sangre germano «funcionó el 93% de las veces en que fue probado con 202 personas». Párrafos después, vuelve a recatarse y transcribe declaraciones de un investigador de la Alzheimer’s Research UK, que define la presentación de la Universidad de Saarland como una «aproximación interesante» a la serie de estudios ya realizados sobre la sangre de pacientes con Alzheimer pero sin relación comprobable con la eventual elaboración de un test sanguíneo realmente capaz de detectar el olvido patológico.

«Es necesario confirmar estos resultados preliminares en muestras más amplias, y trabajar más para mejorar la facultad de distinguir el Alzheimer de otras enfermedades neurológicas», cuenta Gallagher que dijo el doctor Eric Karran. Curiosamente el mismo especialista también puso paños fríos a las revelaciones de este otro artículo que la BBC le dedicó (en marzo) a otro ensayo para detectar demencia en sangre, esta vez efectuado por la Universidad de Nottingham.

Retrocediendo aún más en el tiempo, encontramos otras dos notas similares publicadas por el sitio de la BBC: una data de enero de 2011 y explica los pasos dados por un equipo del Scripps Research Institute en Florida, Estados Unidos; la segunda data de abril de 2008 y anuncia la intención de la compañía norteamericana Power3 Medical Products de lanzar un test casi-casi listo primero en Grecia, luego en los EE.UU, por último en el Reino Unido (al parecer esto nunca ocurrió).

Así de internacional, urgido y mediático es el interés de la ciencia y su brazo industrial/comercial por identificar cuanto antes algún biomarcador indiscutible de Alzheimer en sangre. Ante tanto amague de primicia, celebremos que la famosa cadena británica haya aprendido a abordar el tema con algo de cautela.

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PD. Un agradecimiento especial a Sebastián, por haberme acercado el artículo de Gallagher y el paper publicado en la revista Genome Biology.

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3 pensamientos en “Alzheimer en sangre

  1. Hola, María,
    Si se llegara a detectar la demencia en sangre, el impacto sería histórico. Aún teniendo familiares con esta enfermedad, en general la población supone que es algo que «le ha tocado a otros»; causa horror y rechazo mirarse en un espejo así, y tenemos mecanismos de defensa como la negación. Pero con semejante contundencia, se abriría el debate urgente sobre la calidad de vida de los futuros padecientes y todo lo que eso implica, sobre todo planificación económica y residencias adecuadas.

    Hace poco he visto 2 películas con la temática de los adultos mayores, y en ambas se incluye un personaje que empieza a evidenciar trastornos cognitivos. Una es «Octeto» (o la traducción «Rigoletto en apuros»), y la otra se titula «¿Y si vivimos todos juntos?». En ésta última uno de sus personajes saca a la luz el contraste entre todo tipo de seguros que contrata la gente (para el auto, para la casa) y la falta de previsión para la última etapa de la vida, que pueden ser años…..Y para completar un poco el tema, recomiendo la lectura de «Le monde diplomatique», junio de 2013, el artículo titulado «La vejez, nuevo problema mundial». .

  2. Gracias por las recomendaciones cinéfilas, Stella. Impresiona cuánto ha aumentado el protagonismo que los trastornos cognitivos (desde los cuadros más leves hasta el Alzheimer) están teniendo en películas y series de TV. Esta mayor visibilización contribuye en términos de concientización social, así que bienvenida sea.

    En cuanto al análisis de sangre capaz de detectar indicios de Alzheimer, a veces pienso desde mi ignorancia que tal vez sepan implementarlo cuando identifiquen con precisión los elementos o fenómenos que provocan la enfermedad. Una vez que identifiquen las causas, los científicos también estarán en condiciones de detener -en el mejor caso revertir- el avance del olvido patológico. En otras palabras, imagino que estos tres avances (análisis de sangre, identificación de causas, elaboración de alguna droga o tratamiento capaz de detenerlas/revertirlas) serán más o menos contemporáneos.

    Mientras tanto, habrá que seguir enfrentando el problema con otras herramientas y siempre con el conocimiento de que estamos ante una pandemia (por lo tanto nos afecta a todos de una u otra manera).

    Gracias por el comentario y los saludos. Hasta el próximo intercambio de opiniones. 😉

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