Que la ciudad los recuerde, ahora que ellos no pueden recordarla.
Palabras más, palabras menos, éste es el objetivo que Solana Hernández y Alberto del Águila (alias Clavahead) proponen para su nuevo proyecto de arte callejero. Entusiasmados con la repercusión de una primera experiencia entre personal y profesional, hoy estos graffiteros de 27 y 33 años ofrecen pintar el retrato de seres queridos con Alzheimer en los muros de nuestra Buenos Aires.
Ermelinda es abuela de Solana y madre de Silvia. Sufre el mal de Alzheimer hace seis años. Difícilmente haya imaginado que el novio de su nieta la rescataría del olvido con un graffiti (realizado en diciembre pasado en Conesa y Concepción Arenal; el proceso de dibujar, recortar el stencil, pintarlo, enmarcarlo le tomó cinco días).
Alentados por la atención que La Nación y El Diario de los Grandes de la ANSES le dieron a este trabajo, Solana y Alberto quieren convertirlo en algo “más grande, más comunitario, hecho a conciencia”. Por correo electrónico, los graffiteros sostienen que les “encantaría pintar a más personas que padecen o padecieron esta horrible enfermedad” según cierto concepto de memoria colectiva o urbana: “a pesar de ellos no recordar la ciudad, la ciudad los recuerda a ellos”, explican.
Los familiares y amigos interesados en el proyecto deberán enviar a blogmaldealzheimer@gmail.com una foto nítida de su ser querido, con una breve descripción (cómo era, a qué se dedicaba, qué le gustaba cuando estaba sano). La autora de este blog se encargará de reenviar el material a Solana y Alberto, responsables de evaluarlo y de eventualmente convertirlo en graffiti porteño.
“Ésta es otra manera de rendirles tributo a los pacientes, y de seguir atrayendo atención sobre una enfermedad de la que se habla poco”, concluye la nieta de la armoniosa Ermelinda. Ojalá los lectores de este blog adhieran a la iniciativa.