El Alzheimer también preocupa al G8

Así lucía el portal de Demmentia Challenge cuando la convocatoria de participación ciudadana todavía estaba abierta.

Así lucía el portal del programa Dementia Challenge cuando todavía estaba abierta la convocatoria de participación ciudadana para la cumbre G8.

El 15 de octubre pasado venció el plazo para que los ciudadanos interesados (y al tanto de la convocatoria) pudieran enviar online sus propuestas/sugerencias a los organizadores de la Cumbre sobre Demencia del G8, o G8 Dementia Summit, que tendrá lugar el próximo 11 de diciembre en Londres. El encuentro del grupo de países selectos -Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia- fue anunciado por el Primer Ministro británico David Cameron y su secretario de Salud Jeremy Hunt justo un mes antes del último Día Mundial del Alzheimer.

«Hoy el Grupo de los Ocho tiene una oportunidad única para ayudar a enfrentar la demencia, a vivir de manera más saludable y a mejorar el servicio de salud sin ignorar la importancia sustancial del ahorro económico», sostuvo Hunt según el servicio noticioso de la BBC. En aquella oportunidad, el gobierno inglés también publicó esta página web oficial donde se presentó como promotor y anfitrión de la reunión concebida para «tacklear la enfermedad» (atención a la retórica rugbier).

«El Reino Unido busca impulsar un esfuerzo mundial a partir de esta invitación a los ministros de Salud de los países que conforman el G8», reza la gacetilla de prensa. La idea es que los funcionarios «discutan de qué manera pueden moldear una solución internacional» contra el olvido patológico, mediante «terapias efectivas y repuestas al impacto de la enfermedad». El mismo comunicado adelanta que los asistentes a la cumbre repasarán «la experiencia adquirida por las naciones miembro de la OCED, la Organización Mundial de la Salud, la ciencia, por distintos líderes de opinión».

La convocatoria de Gran Bretaña a sus pares del G8 se inscribe en el programa nacional Desafío Demencia (The Demencia Challenge en inglés) que Cameron lanzó en marzo de 2012. El documento publicado en aquella ocasión contaba 670 mil enfermos de demencia en Inglaterra, cantidad «equivalente a la suma de las poblaciones de Bristol y Leicester» que «se duplicará en los próximos treinta años».

El espacio online que el Departamento de Salud abrió hasta el 15 de octubre pasado buscaba alentar a la ciudadanía para que propusiera temas de discusión que la cumbre de diciembre podría llegar a tener en cuenta (así de remota suena la cosa). Esta apuesta a la opinión pública parece inspirada en la experiencia de los Estados Unidos con la elaboración de su primer Plan Nacional de Lucha contra el Mal de Alzheimer.

Al margen de cuánto creamos en convocatorias rimbombantes como éstas destinadas a la gente de a pie y a los notables del G8, cabe señalar su peso simbólico. En otras palabras, la observación es similar a la que hicimos cuando comentamos la adjudicación del Premio Nobel de Medicina y el anuncio de inversión de la administración Obama en seis proyectos de investigación contra el olvido patológico: evidentemente el Alzheimer está preocupando en serio a la dirigencia mundial; de lo contrario seguiríamos asistiendo al fenómeno de indiferencia que supimos criticar años atrás.  

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4 pensamientos en “El Alzheimer también preocupa al G8

  1. Hola! Lo que se me ocurre pensar al leer esta nota, es que muchas personalidades del poder deben estar empezando a tener parientes y allegados con el mal de Alzheimer.

    La idea de convocar a la población a dar sugerencias no me parece mala, porque seguramente los que escribieron son familiares de personas que están padeciendo este mal. Y un médico puede saber mucho de la patología, pero seguro muy pocos profesionales pasaron 24 horas junto al enfermo durante 10 años o más….. Además, tener un excelente nivel de vida no evita contraer la enfermedad, no hay nada que se pueda comprar con dinero para curar este mal (salvo pagara un equipo super de cuidadoras). En ese sentido, es una enfermedad tan democrática como la misma muerte….
    Me encantaría que se haga una encuesta así a nivel nacional, a ver si se pueden pensar alternativas para evitar las internaciones….

    Muy interesante la nota!
    Stella

  2. Me alegra que la nota te haya resultado interesante, Stella.

    Coincido con vos en señalar el alcance «democrático» del Alzheimer y la posibilidad de que la enfermedad también haya desembarcado en las familias de los altos dirigentes. También creo en la pertinencia de la consulta ciudadana, aunque me pregunto cuánta atención se les prestará a las propuestas enviadas.

    Dicho esto, no estaría mal una iniciativa de este tipo en nuestro país. Sería una señal de que el Alzheimer forma parte de nuestra agenda pública.

    Gracias por tu comentario. Un abrazo.

  3. Hola! Quiero -o necesito- creer que las encuestas van a ser leídas e interpretadas. Si los Estados están preocupados, además, por los costos en salud, se van a dar cuenta que muchas familias quedan diezmadas económicamente después de atender a un enfermo de Alzheimer (y ni qué hablar de los conflictos, como bien nos muestran las películas «La separación», «Amour», «Y tú, ¿quién eres?», entre otras).

    Por otra parte, el familiar que se hace cargo, aún contando con la ayuda de cuidadores o acompañantes, se vuelve un «experto» en el trajín diario de la patología, y toda esa experiencia podría ser canalizada en la atención de familias que recién empiezan a percibir los primeros síntomas. Generalmente han dejado profesiones y/u ocupaciones, y luego quedan fuera del mercado laboral, con una enorme experiencia, que seguramente está necesitando otra gente. Pero estas dos puntas del ovillo no se tocan.

    Confiemos en el poder del «goteo», así se van concientizando muchas cosas….. Un abrazo!!!

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